El 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz. Y en un mundo plagado de guerra, odio y manifestaciones de violencia, estamos invitados a sembrar la paz en nuestros espacios, para revertir lo negativo. De hecho, nuestro himno nacional, al finalizar, expresa: “vivan siempre el trabajo y la paz”, por lo que debemos ser coherentes con este ideal.
Es por esta razón que en este mes patrio queremos ofrecer algunas recomendaciones para que las personas adultas mayores (o de cualquier edad) construyan ambientes pacíficos.
Pero ¿Qué es exactamente la paz? Durante muchos años, diferentes personas han intentado definir este concepto. La RAE establece que esta consiste en la “relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos”. Es decir, en una convivencia saludable con las demás personas en la que cada uno se siente cómodo y respetado.
Hemos insistido en que las personas que se encuentran en la adultez mayor tienen derecho a vivir con la máxima calidad de vida, con paz y tranquilidad y libres de violencia. Así que en esta ocasión les comentamos acerca de tres prácticas con las que las personas adultas mayores y sus familias contribuyen a la construcción de entornos pacíficos.
1. Crear espacios de escucha respetuosa
Parece algo muy sencillo poner en práctica la escucha durante las conversaciones, sin embargo, por más raro que parezca, a los seres humanos se les dificulta esta práctica. Darles la oportunidad a las otras personas de expresarse sin interrumpirlas ni emitir juicios. Y luego opinar libremente sabiendo que tampoco serán juzgados, en tanto, estamos aprendiendo a escuchar.
Para lograr esto es importante acordar las reglas inicialmente, por ejemplo: vamos a conversar y la regla número uno es que nadie puede interrumpir a quien se encuentra hablando. Y así, hasta que las personas hayan interiorizado las normas y ya no sea necesario recordarlas.
2. Sonreír y ser agradecido (a)
Si bien en la vida existen los problemas y el sufrimiento, existen también cosas bellas y buenas que nos alegran el corazón. Entonces por qué no contribuir al mundo con una actitud positiva y un poco de alegría y gratitud por todo lo que tenemos y porque son muchas las personas que amamos y de las cuales recibimos cariño.
3. Denunciar cualquier tipo de violencia
Debemos ser guardianas de la paz y mantener un estilo de vida que siembre este valor tan necesario para la humanidad. Que lindo sería que todos nos uniéramos por el objetivo común de sembrar la paz donde vayamos y por supuesto, denunciar cualquier injusticia o manifestación de odio en la sociedad.