La soledad y el aislamiento son un problema grave de salud pública que afecta de forma significativa el bienestar integral de los adultos mayores y los pone en una condición de riesgo. Quienes sufren estos sentimientos, experimentan una percepción desagradable de falta de apoyo social.
Es importante señalar que el aislamiento es una carencia medible de contactos sociales. Mientras que la soledad es un sentimiento de no tener la cantidad o calidad deseada de relaciones sociales. En otras palabras, el estar solo está asociado de forma directa con la ausencia física; en cambio, el sentirse solo, es una percepción subjetiva que puede estar vinculada a dicho aislamiento social (Camargo-Rojas y Chavarro- Carvajal, 2020; Nagusi Intelligence Center, 2023).
Se estima que la soledad tiene una prevalencia del 30% en los adultos mayores. Un informe reciente de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM) considera que casi una cuarta parte de los adultos mayores de más de 65 años se encuentran aislados socialmente.
Esta población suele estar en un mayor riesgo de soledad y aislamiento porque enfrentan factores como vivir solos, perder familiares o amigos, padecer enfermedades crónicas o disminución auditiva. Como consecuencia, se generan sentimientos de tristeza, miedo, ansiedad, que en este grupo etario puede considerarse una condición difícil de abordar (Camargo-Rojas y Chavarro- Carvajal, 2020)
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (2021), el aislamiento incrementa el riesgo de una persona de morir prematuramente y está asociado con un aumento de casi el 50% de riesgo de padecer demencia. También, las relaciones sociales escasas se asociaron a un aumento del 29 % del riesgo de enfermedad cardiaca y a un aumento del 32% del riesgo de accidente cerebrovascular. Además, la soledad se asocia a mayores tasas de depresión, ansiedad y suicidio.
Existen distintas formas de abordar estos padecimientos. Sin embargo, nuestra experiencia nos ha demostrado que la mejor manera de hacer frente a la soledad y el aislamiento es bajo un estilo proactivo, el cual agrupa las estrategias mediante las cuales las personas tratan de afrontar dichos sentimientos dando una respuesta directa a ello. Por ejemplo: aumentar la actividad física, buscar un mayor contacto social con los demás, o participar en proyectos que despierten interés.
En Verdeza enfrentamos la soledad y el aislamiento por medio de la socialización constante de nuestros residentes por medio de distintas actividades artísticas, educativas, culturales y recreativas que les permiten pasar tiempo de calidad juntos. Además, fomentamos una comunicación continua con sus familiares, con el fin de que se sientan apoyados por las personas que ellos más aprecian.
Referencias
Camargo-Rojas CM; Chavarro-Carvajal DA (2020). El sentimiento de soledad en personas mayores: conocimiento y tamización oportuna. Universitas Medica. 61 (2).
Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (2021). Soledad y aislamiento social vinculados a afecciones graves. Recuperado del siguiente enlace.
Nagusi Intelligence Center (2023). ¿Cómo combatir la soledad no deseada en personas mayores? Recuperado del siguiente enlace.
Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (2020) Aislamiento social y soledad en la tercera edad: Oportunidades para el sistema sanitario. Washington, DC: The National Academies Press.