Para un adulto mayor, una comunidad de vida asistida puede representar una mejora respecto a vivir en su casa cuando se trata de su bienestar integral e interacción social. Una residencia especializada en esta población busca brindarle las condiciones para que puedan llevar una vida cómoda y segura.
Además, brindarle al adulto mayor la oportunidad de envejecer en compañía de otras personas es vital para su salud integral. Cuando una persona llega a cierta edad no siempre lo óptimo es que se mantenga en su hogar, mucho menos si permanece grandes periodos solo. Conforme pasa el tiempo, la familia se empieza a fragmentar, pues los hijos crecen y forman sus propias familias. Dicha situación, genera que los adultos mayores pasen más tiempo solos y sin el cuidado que necesitan, en una etapa donde el acompañamiento es fundamental para gozar de una buena calidad de vida.
Además, el hogar no siempre se encuentra ajustado a las necesidades físicas de un adulto mayor. Su residencia, la cual en su momento fue pensada de cierta forma a nivel de infraestructura y menaje, pierde su funcionalidad conforme aumenta la edad de sus miembros, debido a que surgen nuevos cuidados y consideraciones que no se habían tomado en cuenta de forma previa.
Este tipo de aspectos a nivel de compañía y necesidades insatisfechas puede llevar a un adulto mayor a crisis de desesperanza, desprotección y aislamiento, las cuales generan que ellos se descuiden, dejen de comunicarse, se aíslen, se enfermen o incluso se lastimen.
Una solución ante esta necesidad, son las comunidades de vida asistida, residenciales especializados en la atención de la tercera edad. Una alternativa de vivienda para todos aquellos adultos mayores que necesitan acompañamiento o ayuda en sus tareas diarias. Los lugares de vida asistida propician un entorno hogareño que fomenta la socialización y facilita el vínculo con otros residentes y el personal a cargo. Por lo general, un residencial de vida asistida incluye los siguientes servicios:
- Supervisión y seguridad las 24 horas del día.
- Servicios de enfermería en el lugar.
- Comidas y refrigerios para los residentes.
- Manejo y dispensa de medicamentos.
- Ayuda para mantener una adecuada higiene personal.
- Actividades físicas, artísticas y recreativas.
- Servicios de lavandería y limpieza.
- Traslado para citas médicas, compras y otras actividades.
- Comunicación constante del residente con los familiares.
Debido a las múltiples comodidades ofrecidas, los residentes pueden disfrutar de una vida más independiente sin la preocupación constante por las tareas cotidianas. Además, la socialización se fomenta a través de actividades grupales y eventos planificados, lo cual combate el aislamiento.
Asimismo, una comunidad de vida asistida brinda a los adultos mayores la oportunidad de envejecer con dignidad, rodeados de apoyo, amor y cuidado. Es por estos motivos y facilidades que muchos de nuestros residentes han llamado a Verdeza, su segundo hogar.