Este ha sido un año distinto, en el que la pandemia por COVID-19 ha cambiado la forma de vida que conocíamos y hemos tenido que adaptarnos a las “nuevas normalidades”. Estas fechas tan significativas para las familias no han sido la excepción, por esta razón, queremos compartirles una serie de recomendaciones para experimentar estas fechas de la mejor manera.
1. El distanciamiento físico no es sinónimo de abandono social ni emocional
Seguir los protocolos sanitarios es muy importante en la época que estamos transitando; como, por ejemplo, el constante lavado de manos, protocolo de tos y estornudo, uso correcto de mascarilla y careta y, por supuesto, el distanciamiento físico.
Sin embargo, sería una idea errónea pensar que, para proteger a la persona adulta mayor debemos aislarla y mantenerla sin contacto alguno con la familia y seres queridos. Puesto que, aunque se nos insta limitar las muestras de afecto físicas, no debemos olvidar que existen alternativas en las que podemos hacerlo sin arriesgar la salud.
Como mencionamos en blogs anteriores, las tecnologías de la información son grandes aliadas en estos momentos. De hecho, una consecuencia positiva de la situación actual, ha sido el que muchas personas han aprendido a usar de una mejor manera los dispositivos tecnológicos, como son: los teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras, etc. Estas herramientas nos facilitan el poder mantener un distanciamiento físico seguro y al mismo tiempo, mantenernos en contacto con seres queridos por medio de videollamadas.
Además, en el pasado mencionamos el universo de posibilidades que esto nos abre: fiestas virtuales, poder ver películas conjuntamente, aprender nuevas habilidades, etc. Por lo que existe mucho por hacer y lo mejor, es que de forma segura podemos mantener las tradiciones propias de la época con apoyo de la tecnología.
En el caso de las personas adultas mayores, es importante que ellas sean conscientes de que, a pesar de la distancia, estamos pendientes de ellos (as) y queremos compartir momentos agradables a través de la tecnología.
2. Los regalos no deben ser materiales para ser significativos.
Una costumbre asociada a la Navidad es la de regalar presentes a nuestros seres queridos. Sin embargo, es posible que ahora más que nunca nuestros familiares deseen algo que lejos de ser material, signifique más bien un gesto simbólico o emocional, por ejemplo, puede ser que extrañen algún hermano (a), hijo (a), nieto (a), amigo (a), pareja, etc.; por lo que la alternativa en este caso sería enviar una carta o video con un mensaje especial o realizar una cena navideña virtual, la imaginación es el límite.
Expresar nuestros sentimientos por medio de palabras y actos probablemente sea muy apreciado por las personas adultas mayores y el resto de sus familias.
3. Valorar el presente y ayudar a las personas necesitadas
Este año ha sido muy difícil para todas las personas en general, no obstante, pese a lo negativo, tenemos muchas cosas por las cuales estar agradecidos, como por ejemplo: nuestra familia, las personas que nos rodean y la posibilidad de un futuro mejor. Recordemos que indistintamente de nuestras creencias y prácticas religiosas individuales, la navidad busca generar unión y amor entre los seres humanos, así como voltear la mirada por la persona que pasa necesidad; por lo que si está en nuestras posibilidades, podemos apoyar en nuestra comunidad a alguna persona o institución que esté experimentando necesidades. Este apoyo puede ser a través de donación económica, alimentos, prendas de vestir o juguetes para los niños y niñas.
De esta forma, se incentiva la expresión de valores como la solidaridad y la búsqueda de que todos (as) podamos vivir una agradable Navidad en medio de las circunstancias difíciles.
Esperamos que la Navidad 2020 esté cargada de nobles gestos y expresiones de afecto mediante los medios tecnológicos. Recomendamos mantenerse al tanto de nuestros blogs relacionados a la Navidad y a la persona adulta mayor.