Las condiciones actuales han generado cambios en las interacciones sociales. Por ejemplo, hemos tenido que incorporar en los estilos de vida diferentes protocolos sanitarios y sustituir las muestras de afecto por distanciamiento físico. Inevitablemente, estos cambios y la incertidumbre que los acompañan inciden en el estado de ánimo y los pensamientos hacia la vida; por lo que es de utilidad conocer ¿cómo podríamos cuidar nuestra salud mental en el contexto de la pandemia?
En blogs anteriores hemos mencionado la importancia de una propuesta integral para la persona adulta mayor, que expresa cómo la salud mental y física están sumamente conectadas. En esa misma dirección, ofreceremos a continuación cuatro acciones asociadas al cuidado de la salud mental que podemos realizar:
1. Anotar en una lista las cosas que nos preocupan:
La vida está compuesta de aspectos positivos y negativos que ocurren de forma simultánea. Puede suceder que seamos conscientes de ciertos detalles o situaciones que nos generan algún tipo de intranquilidad. Primeramente, es importante distinguir si estas corresponden a situaciones de las cuales podemos tener control, es decir, que realizando una serie de acciones podríamos contrarrestarlas, o si, por el contrario, se escapan de nuestra capacidad. Por ejemplo, podemos estar preocupados con respecto al sobrepeso, pero realizando acciones concretas como seguir una rutina de ejercicios físicos y lineamientos de nutrición, podríamos ver mejoras.
Si tenemos una preocupación relacionada a cuando se va a erradicar el COVID-19, debemos entender que es un hecho que se escapa de nuestro control, y que, aunque es importante tomar medidas de precaución, tendremos que ser pacientes y conscientes de que esto en algún momento va a pasar.
Nuestra recomendación es realizar una lista de esos motivos de preocupación y enfocarnos en las que sí podemos controlar. No obstante, cuando lo que estamos experimentando son episodios de ansiedad, será conveniente consultar a un profesional en psicología.
2.Mantener el apoyo social:
Cuando tenemos preocupaciones, lo peor que podemos hacer es aislarnos de nuestros seres queridos. Más bien, debemos ser conscientes de que es cuando más apoyo necesitamos y que seguramente tenemos personas en quien podemos confiar y recibir consejo. Recordemos que el apoyo social es un factor protector en medio de la situación que estamos viviendo.
Debemos tomar en cuenta que si bien en la época actual se nos insta a vivir el distanciamiento físico, esto no significa que debemos alejarnos emocionalmente de nuestros amigos (as) o familiares. Por lo que si nuestras personas de confianza no pertenecen a nuestra burbuja, podemos contactarlas vía telefónica o vía internet.
3.Reconocer las actividades que nos ayudan a sentirnos alegres:
Un ejercicio que podemos practicar es traer a la memoria aquellos momentos agradables que nos generaron alegría o tranquilidad e intentar revivir los momentos y compartirlos con nuestros seres queridos que pertenecen a la misma burbuja social. Es importante que se trate de actividades que involucren a la familia y que estén relacionadas a momentos que fueron importantes en el pasado y que no representen invertir más recursos que la disposición y los materiales que tenemos nuestra en casa.
4. Retomar la relación con nosotros (as) mismos (as):
Esta es una pregunta muy válida debido a que muchas veces, por dedicar tiempo a otras personas, actividades o negocios, nos olvidamos de dirigir la mirada a nosotros (as) mismos (as). Por lo que podemos emplear el tiempo en acciones que busquen nuestro bienestar y felicidad, por ejemplo, ¿Cuándo fue la última vez que llamamos a aquella persona que tanto queremos? ¿Hace cuánto no comemos nuestra comida favorita? ¿Cuándo vimos nuestra película/serie favorita? Estas son solo algunas preguntas, y es posible que existan más cosas que desde hace tiempo no realizamos, por lo que este es el tiempo perfecto para empezar a retomar actividades y pasar tiempo agradable en nuestra propia compañía.