El ser humano desde siempre ha necesitado formar parte de grupos sociales para organizar la vida cotidiana mediante el ejercicio de roles. Al estar rodeado de otras personas recibe compañía, apoyo y guía para afrontar los dilemas de la vida. Es por esta razón, que el vínculo social es parte fundamental del desarrollo en cualquier etapa de la vida. Especialmente la adultez mayor, en la que las personas experimentan pérdidas significativas como, por ejemplo, las relacionadas a la salud física.
Cuando la persona se percibe sola o sin apoyo social, se dice que está experimentando soledad. La cual según la RAE es la “carencia voluntaria o involuntaria de compañía” o también puede entenderse como “pesar y melancolía que se siente por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo” (Real Academia Española, 2022). Dos acontecimientos comunes en la adultez mayor que inciden en la experiencia de soledad son: la viudez y la jubilación. Ambas representan un desequilibrio emocional debido a que incitan a la persona a organizar su vida ante la nueva realidad.
Existen tres tipos de soledad según Pérez (2022), los cuales son:
-Crónica: Perdura a lo largo de los años y se caracteriza por la incapacidad de establecer vínculos sociales satisfactorios.
-Situacional: Ocurre después de un evento desencadenante, una crisis que desestabiliza a la persona como la muerte de un ser querido o un divorcio.
-Transitoria: Esta se define como la soledad experimentada durante un periodo aun teniendo intercambio social.
La soledad es un problema que no debe pasarse por alto, requiere de atención inmediata pues puede perjudicar la salud del adulto mayor.
Algunos efectos físicos de la soledad en los adultos mayores pueden ser: insomnio, aumento de presión arterial y debilidad del sistema inmunológico. Y con respecto al área psicológico y social, la soledad puede generar consecuencias como: baja autoestima, mayor riesgo de suicidio, depresión y aislamiento social (Camargo y Chavarro, 2019).
Todo adulto mayor que manifieste indicios de estar experimentando soledad debe ser atendido de forma inmediata. Puesto que ellos tienen el derecho de recibir el acompañamiento médico psicológico correspondiente. Es importante, además, que ellos pertenezcan a grupos o asociaciones en los que compartan con otros adultos mayores y realicen actividades recreativas.
La interacción social con amigos, la actividad física y el compartir con la familia previene la soledad y colaboran con una mejor experiencia del envejecimiento, al contar con apoyo social. Esto permite que ellos enriquezcan a otras personas con sus conocimientos y que utilicen todo su potencial como adultos mayores.
Referencias bibliográficas
Real Academia Española (2022). Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea]. Recuperado de: https://dle.rae.es
Camargo Rojas CM, Chavarro Carvajal DA. El sentimiento de soledad en personas mayores: conocimiento y tamización oportuna. Univ. Med. 2020;61(2). https://doi.org/10.11144/Javeriana.umed 61-2. essm
Pérez, A. (2022). Prevalencia de sensación de soledad en adultos mayores durante la pandemia de Covid-19. Universidad Autónoma De Nuevo León, México. Recuperado de:http://eprints.uanl.mx/23358/1/TESIS%20PREVALENCIA%20ADULTOS%20MAYORES%20ABPV.pdf