Una comunidad para adultos mayores es una unidad residencial que ofrece alojamiento (temporal o permanente), atención integral y servicios dirigidos a la persona adulta mayor, como, por ejemplo, enfermería, limpieza, asistencia, entre otros. A la vez que promueve la sana convivencia entre sus residentes, de modo que se refleje un entorno pacífico y respetuoso.
Pero ¿cuáles son esos aspectos que incentivan en estas comunidades un ambiente acogedor y hogareño? A continuación, les contamos al respecto:
- El diseño de su infraestructura ha sido pensado para la comodidad del adulto mayor: espacios comunes como salas de estar, jardines y comedor en los que ellos se sienten a gusto compartiendo con otros residentes.
- Cada adulto mayor habita en un apartamento amueblado, lo que le permite apropiarse de su espacio personal y establecer interacciones sociales con sus vecinos. Un ejemplo de esto es Verdeza, en donde se promueve que cada adulto mayor conserve sus gustos personales en su apartamento, es decir que “viva en sus propios términos”, lo que facilita que ellos desarrollen un vínculo con la comunidad en la que residen.
- El trato del personal encargado de brindar cuidados y atención a los adultos mayores es cordial y respetuoso. Los adultos mayores se sienten aceptados y queridos. Cada uno llega a ser considerado parte fundamental de la comunidad.
- Las personas adultas mayores suelen interesarse por mantener relaciones sociales saludables debido a su experiencia y sabiduría. Como hemos mencionado en blogs anteriores, en la etapa de la adultez mayor las personas llegan a comprender que los afectos y la amistad nutren su vejez.