En el mes de la Cultura Afro costarricense honramos la historia, riqueza cultural y aportes de quienes llevan orgullosamente sangre afro costarricense.
¡Que bonito es amar las raíces, el color de piel y la historia intergeneracional afrodescendiente! Una historia que es reflejo de muchas luchas por sus derechos. Símbolo de fuerza y resistencia; evidenciadas en el hermoso poema de Shirley Campbell: “Me niego rotundamente a negar mi voz, mi sangre y mi piel, y me niego rotundamente a dejar de ser yo, a dejar de sentirme bien”.
Pues sabemos que la sociedad cursa una deuda con esta población debido a una historia de discriminación étnico-racial e invisibilización. No obstante, en la actualidad se dirigen diferentes esfuerzos por lograr un país inclusivo, en el que todos nos sentimos parte de él. Somos conscientes de que hoy somos lo que somos por lo que esta población nos aporta día a día. Puesto que juntos y multiculturalmente hemos construido la identidad de un país diverso.
Elementos importantes como la preservación del idioma, valores personales y costumbres afro costarricenses, constituyen un reto en la actualidad. Y la trasmisión de estos elementos a las poblaciones más jóvenes.
Entre los valores que podemos aprender de las personas afro costarricenses resalta ampliamente el respeto hacia la persona adulta mayor (Hutchinson, 2020). Para todo pueblo es necesario conocer la historia, retos y resistencias a lo largo del tiempo, para de esta forma transmitir la memoria colectiva y que los valores que los representan estén presentes en sus vidas cotidianas. Aquí rescatamos el papel de la persona adulta mayor como transmisora por excelencia de cultura y tradición, a través de sus enseñanzas e historias.
Méndez (2017) establece por qué es tan importante conocer la historia de un pueblo con las siguientes palabras: “esos vacíos, silencios y ausencias en la memoria histórica no son inocuos, todo lo contrario, fueron llenados con estereotipos. La ausencia de información sobre el pasado fue sustituida por un conjunto de valoraciones en las que el racismo encontró un espacio para germinar y crecer. (párr. 6)”. Así que al conocer una cultura no debe tener lugar el estereotipo. Por eso y más, la cultura afro costarricense es reflejo de resiliencia, fortaleza y resistencia a través del tiempo.
Nos despedimos felicitando a la población afro costarricense y especialmente a las personas adultas mayores que comparten estas raíces y que con sus aportes a Costa Rica, nos hacen admirarlos inmensamente.