A menudo escuchamos la frase “somos lo que comemos” y aunque evidentemente los seres humanos somos más que esto, la alimentación es un pilar sumamente importante en nuestra vida que repercute positiva o negativamente en la salud, y, por ende, en cómo nos sentimos. Cuidar la alimentación es especialmente importante en la etapa de la vejez, debido a que, las personas necesitan recibir nutrientes para compensar los cambios propios del envejecimiento.
Por lo que, en esta ocasión deseamos promover que nuestros (as) adultos (as) mayores se alimenten adecuadamente para que gocen de una vejez saludable. Seguidamente mencionamos algunas recomendaciones que se deben implementar en la dieta de las personas adultas mayores; por supuesto, esto no sustituye el criterio de un profesional en nutrición, sino que se trata de sugerencias generales para el cuido de ellos (as) con base en los artículos de Arbones et al (2003) y Allegra (2020).
1. Dieta balanceada:
En esta etapa llega a ser sumamente importante que la persona adulta mayor se alimente con la mayor cantidad de nutrientes. En su dieta se deben incluir: proteínas, lácteos, frutas y verduras, cereales y pastas. Además de reducir el consumo de grasas y colesterol. Otra recomendación es la de evitar recalentar muchas veces los alimentos debido a que, la comida puede perder su calidad nutricional.
2. Presentación atractiva de los alimentos:
Es común que las personas adultas mayores lleguen a experimentar una disminución de apetito, no obstante, el (a) profesional en medicina debe estar enterado (a) para determinar que la causa no esté asociada a alguna condición desconocida. Una vez descartado esto, es recomendable hacer lo necesario para que a la persona adulta mayor le resulte apetitosa la comida, como: variar los menús y presentar los alimentos de formas atractivas a la vista. Además, es conveniente realizar entre cuatro y seis comidas al día y por supuesto, tomar en cuenta las preferencias de él o ella con respecto a los alimentos.
3. Hidratación adecuada:
Se recomienda ingerir dos litros diarios de agua, incluso ante la ausencia de sed. Es importante consumir la cantidad de agua recomendada para mantener el equilibrio corporal. Una forma complementaria por medio de la cual el organismo se hidrata es a través del consumo de algunas frutas; como por ejemplo: la sandía, piña, melón, fresa, entre otras.
4.Tomar en cuenta la capacidad de masticación de la persona adulta mayor:
Si esta se ha visto afectada se puede optar por triturar los alimentos y presentarlos en forma de puré. Lo más importante es que la experiencia alimenticia de la persona adulta mayor sea agradable, al poder nutrirse con alimentos de acuerdo a sus necesidades.