La música está presente a lo largo de nuestra vida y la experiencia que tenemos del sonido, las armonías y los diferentes instrumentos suele ser completamente subjetiva, puesto que cada persona la percibe de forma particular. Una buena noticia es que la música nos proporciona múltiples beneficios. A continuación, mencionamos tres formas en las que el recurso musical ayuda a las personas que transitan la etapa de la adultez mayor:
a) La música estimula el cerebro
La música como experiencia es sublime y estimula la memoria al transportarnos a tiempos pasados; ella nos ayuda a recordar y la asociamos con sentimientos como alegría, nostalgia, tranquilidad, debido a que, asociamos su sonido con la emoción que sentimos en determinado momento.
De hecho, se dice que la música previene el Alzheimer, colabora con la capacidad auditiva y facilita el aprendizaje (Correa, 2010). Debido a ello, es importante que las personas adultas mayores disfruten de su experiencia, conozcan géneros musicales desconocidos y recuerden melodías que escuchaban en épocas anteriores.
Una actividad interesante sería propiciar un espacio en familia en el que cada miembro muestre sus gustos musicales, de esta forma se tendría un panorama que incluya diversidad de épocas y géneros, a la vez que este ejercicio contribuiría a que tengamos un mayor conocimiento unos de otros.
b) La música induce a la relajación
Existen múltiples géneros musicales y cada uno nos remite a sentimientos diferentes. Por lo que es conveniente elegir de acuerdo con la intención que tengamos. Por ejemplo: si lo que queremos es relajarnos, podemos elegir melodías suaves, lentas y con instrumentos de viento. La razón de ello es que el ritmo cardíaco logra conectarse con el de la música (Correa, 2010), por lo que es un excelente recurso para que las personas adultas mayores consigan la relación y así contrarrestar el estrés cotidiano e incluso, la ansiedad.
c) La música facilita la expresión de sentimientos
La música también nos permite expresar nuestras emociones y palabras, cuando no lo podemos hacer de otra forma (Correa, 2010). Algunas veces no sabemos expresar lo que sentimos o presentamos resistencias personales, ya sea que nos da vergüenza o porque no nos sentimos capaces de manifestarlo verbalmente, pero, al valernos de una canción, logramos comunicar nuestros sentimientos de una forma más sencilla.